Acontecer diocesano (05/03/2025).- Con el Miércoles de Ceniza, dimos inicio al tiempo de Cuaresma, un camino de 40 días que nos prepara para celebrar con alegría la Pascua de Resurrección. En la Eucaristía presidida por el Obispo de nuestra diócesis, se destacó que este año tiene un significado especial al ser un año jubilar, un tiempo de meditación y esperanza. En este marco, la Cuaresma adquiere un sentido profundo como período de preparación a través de la oración, el ayuno y la caridad.
El Obispo recordó que la Cuaresma es un tiempo de penitencia, oración, ayuno y sacrificio, invitándonos a reflexionar y a convertir nuestros corazones hacia Dios. La ceniza que recibimos sobre nuestra frente es un símbolo poderoso: nos recuerda nuestra fragilidad humana, como dice el libro del Génesis, "somos polvo y al polvo volveremos" (Génesis 3, 19), pero también es una llamada a la conversión y a confiar en la misericordia de Dios.
Además, durante la homilía, el Obispo alertó a los fieles sobre las noticias falsas que circulan respecto a la salud del Papa Francisco, pidiendo estar atentos a la información proveniente de los medios oficiales. También nos invitó a continuar orando por el Santo Padre, para que Dios lo fortalezca en su ministerio.
Cabe recordar que con el Miércoles de Ceniza iniciamos el tiempo de Cuaresma, un camino de 40 días que nos prepara para la Pascua. La ceniza que recibimos sobre nuestra frente es un signo poderoso: nos recuerda que somos frágiles, que "somos polvo y al polvo volveremos" (Génesis 3, 19), pero también es una invitación a la conversión, a volver nuestro corazón hacia Dios. Somos invitados a recorrer este camino con la esperanza en Dios, que es misericordioso y nos guía hacia la luz de la Resurrección.
Que este tiempo de Cuaresma sea una oportunidad para renovar nuestra fe, practicar la caridad y acercarnos más a Dios.
Comments