NotiDiócesis.- Se llevó a cabo, el pasado lunes 18 de marzo, la celebración del XII aniversario de consagración del templo de San José en la ciudad de Gómez Palacio con la Eucaristía presidida por Mons. Jorge Estrada Solórzano.
“En este día nos reunimos con un doble motivo: hoy hace 12 años se realizó la consagración de esta parroquia y de su altar, al mismo tiempo nos congregamos para pedir la intercesión de San José en la víspera de su fiesta”, dijo el señor Obispo al inicio de su homilía, “le pedimos al varón justo y obediente, a quien Dios encomendó el cuidado del primer lugar donde Jesús habitó, que también nos ayude a cuidar de este lugar en el que Él ha querido habitar para compartir su vida con esta comunidad”.
Habló de la presencia de Dios en el templo tomando como referencia las lecturas que se proclamaron ese día. Afirmó que la teología del Antiguo Testamento es unánime pues dice que el sello y signo permanente de la alianza está tanto en la unción del Rey como en la consagración del Templo, ya que ese lugar es considerado como lugar de encuentro con Dios.
Expresó que “al celebrar hoy el aniversario de la consagración del templo es recordar que hacer doce años, cuando se derramó santo crisma sobre este altar y estos muros, este lugar quedó santificado”. Lo que significa que el lugar quedó preparado para que el Señor habite en él con toda su grandeza.
Invitó a los fieles a recordar la promesa de Dios que es su misma presencia en el templo, por lo tanto, la comunidad ha de ponerse en sus manos en la Santa Misa de cada día y les pidió ser asiduos adoradores de la eucaristía, “siempre que puedan, pero especialmente en los peores momentos de la vida, hagan una visita al Santísimo, porque Él está aquí por todos”.
Hizo mención de una frase de San Manuel González, un obispo santo, que expresaba la necesidad de aprender a ser sagrarios vivos donde habite dignamente Cristo, con esto dijo que Dios no solo en templo quiso habitar sino también en nuestro corazón “pero nuestro corazón debe estar en constante relación con el templo”. Finalizó diciendo que “aquí esta Jesús, él me ve y yo lo veo”
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