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La Conferencia del Episcopado Mexicano anuncia su Consejo de Presidencia para el período 2024-2027

CXVII Asamblea Plenaria del Episcopado Mexicano
Con profunda gratitud a Dios Nuestro Señor y bajo el manto protector de Santa María de Guadalupe, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se complace en anunciar a los fieles católicos y a la sociedad en general, la conformación de su nueva estructura directiva para el período 2024-2027. | Foto: CEM


Acontecer eclesial, 12 de noviembre de 2024 .- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha anunciado la composición de su nueva estructura directiva para el trienio 2024-2027, con el objetivo de continuar su labor pastoral y fortalecer el diálogo y la paz en la nación. Bajo la guía de su nuevo Consejo de Presidencia, la Iglesia en México reafirma su compromiso con el acompañamiento de las comunidades, la promoción de la justicia y el apoyo a las familias.


El Consejo de Presidencia, órgano ejecutivo de la CEM, será liderado por el Obispo de Cuernavaca, Mons. Ramón Castro Castro, quien asumirá como Presidente. Le acompañan en la Vicepresidencia Mons. Jaime Calderón Calderón, Arzobispo de León; Mons. Héctor Mario Pérez Villarreal, Obispo Auxiliar de México, como Secretario General; Mons. Jorge Alberto Cavazos Arizpe, Arzobispo de San Luis Potosí, en el rol de Tesorero General; y como Vocales, Mons. Roberto Yenny García, Obispo de Ciudad Valles, y Mons. Rutilo Felipe Pozos Lorenzini, Obispo de Ciudad Obregón.


En este contexto, la CEM ha destacado la relevancia de este nuevo periodo, que coincide con el caminar sinodal de la Iglesia y las próximas conmemoraciones jubilares. Los obispos han subrayado la importancia de promover una Iglesia que escuche activamente, fomente la paz y se acerque a las comunidades en necesidad. La presidencia ha expresado su compromiso de fortalecer la formación de agentes pastorales y de promover una cultura de encuentro y solidaridad.


El Consejo Permanente de la CEM estará compuesto por representantes de diversas provincias eclesiásticas de todo el país, quienes asegurarán la continuidad de las tareas de la Conferencia y el cumplimiento de los acuerdos establecidos.


Este nuevo período ha sido encomendado a la protección de Santa María de Guadalupe, pidiendo su intercesión para que estos próximos años sean de renovación y gracia para la Iglesia en México.




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