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Un llamado a la esperanza y la comunicación transformadora

Mensaje para la LIX Jornada de las Comunicaciones Sociales
El Papa Francisco exhorta a todos los comunicadores a tener una comunicación centrada en la esperanza y en la responsabilidad. Foto: CEPCOM



Acontecer Eclesial, 24 de enero de 2025 – En un mundo marcado por la polarización, la desinformación y el control masivo de la información, el llamado a una comunicación centrada en la esperanza y la responsabilidad resuena con urgencia, según el texto del Mensaje del Papa Francisco para la LIX Jornada de las Comunicaciones Sociales, quien ha invitado a periodistas y comunicado a renovar su labor bajo los valores del Evangelio en el marco del Jubileo de este año y en la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los comunicadores


El mensaje pone en el centro la importancia de “desarmar la comunicación”, purificándola de la agresividad, el fanatismo y la manipulación. “Reducir la realidad a un eslogan nunca produce buenos frutos”, señala, subrayando la necesidad de combatir la “dispersión programada de la atención” promovida por los sistemas digitales y los intereses del mercado.


La invitación es clara: apostar por una comunicación que construya, sane heridas y fomente el diálogo. Inspirándose en la Primera Carta de Pedro (3,15-16), se destacó que los cristianos deben ser testigos de una esperanza activa y transformadora. Este mensaje no solo aplica a creyentes, sino también a toda persona comprometida con una comunicación auténtica y humana.


Un desafío de esperanza

“La esperanza no es un optimismo pasivo, sino una virtud capaz de cambiar vidas”, recordó el mensaje, citando la encíclica Spe salvi. Subrayó que los comunicadores tienen un papel crucial para generar empatía, promover el bien común y contrarrestar el discurso del odio con una comunicación “tejida de mansedumbre y respeto”.


Asimismo, el mensaje destacó que esta labor no puede separarse del cuidado de los corazones: “Ser mansos, hablar al corazón, sembrar esperanza aun en medio de dificultades”. Las historias de madres, padres y niños que luchan y sueñan, incluso en medio de conflictos y pobreza, fueron mencionadas como ejemplos vivos de una esperanza que florece contra toda adversidad.


Un llamado comunitario

En el espíritu del Jubileo, se hizo énfasis en que la esperanza es un proyecto colectivo. Se alentó a los comunicadores a descubrir y dar a conocer “las historias de bien escondidas entre los pliegues de la crónica”, comparándolos con buscadores de oro que hallan destellos de esperanza en medio de las dificultades.


Finalmente, el mensaje exhortó a todos a ser “peregrinos de esperanza”, construyendo puentes, cuidando la dignidad humana y promoviendo una cultura del cuidado. Este llamado llega en un tiempo en que la comunicación puede ser una herramienta poderosa para transformar corazones y construir un futuro común más justo y solidario.


“Todo esto podemos hacerlo con la gracia de Dios”, concluyó, ofreciendo oraciones y bendiciones para quienes trabajan por una comunicación que inspire y transforme.



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